Una madre abnegada, quiso hacer un regalo sorpresa a su querida hija, y con aire de distraida (para no levanar sospechas) le pregunta:
-Hija tengo unos ovillos negros para tejerme una bufanda, cómo crees tú que quedaría más bonita?, tu que tienes taaaaan buen gusto, ayudame a pensar cómo tejerla así cómo si fuera para ti.... (definitivamente cómo detective se muere de hambre, no es nada de sutil para preguntar, pero bueno, la hija no se da cuenta de nada...)
y sin interés le responde:
-Hay mamá no soy la más indicada para aconsejarte porque yo no uso bufanda, me abultan mucho el pecho (ya tengo 2 bultos que vienen con el envase original, digo la hija tiene...). Miró a su hija con cara de "no me resultó el plan para sacarle la información de cómo le gustan las bufandas a mi hija amada"
Al otro día la amante madre toma la etiqueta de uno de los ovillos y parte al centro a comprar 3 más de los mismos y vuelve a casa de la hija con oscuras intenciones....
-Hijita, ya que no me pescaste con la bufanda que te quería tejer, traje más lanita y pienso hacerte un chalequito para que te abrigue en este crudo clima sureño.
Yo, digo la hija, le responde:
-Hay
mamita que linda eres!!!! te amo
taaaaaanto y me encantaría tener algo tejido por tus manitas bellas.
Entonces la mamá feliz se puso manos a la obra. Ella cuando viaja al sur donde vive su hija, tiene la agenda llena de actividades, va a ver a sus amigas, sus pacientes, etc etc etc. Entonces en las noches llega cansada, pero se da el tiempo para conversar y compartir con su hija y cía. y ahora además llegaba a tejer aquel chaleco negro lleno de amor. Y tejía y tejía con ilusión, terminó la espalda y luego comenzó a tejer las delanteras, sólo teje de noche porque es ahí cuando tiene tiempo libre, y con mucho esfuerzo de su vista que por acción de los años está bastante a mal traer. Cuando tejía los brazos, cosió la espala con la delantera, para calcular el tamaño que tendrían que tener los brazos en la parte superior (y así coincidiera todo exacto) y cual sería su sorpresa al percatarse que los colores negros no eran los mismos.... cueck! y eso que compró la lana con la etiqueta y era la misma partida y color y todo... ya no había nada que hacer porque la lana estaba tejida y no se podía devolver. Asique inmediatamente, (después de hechar mil pericos y palabrotas jaja) se desilusiono del tejido y me lo adjudicó con un..."hija haz lo que quieras con el tejido, si quieres lo sigues tejiendo, si quieres lo desarmas, no se, ahí ve tu..."
Hasta ahí no más llegó el chaleco del
amorrrrr,
snif.
Moralejas:
- Nº1:es mejor comprar toda la lana de una vez.
-Nº2: Tejer de noche tampoco es lo recomendable, sobre todo cuando se teje con lanas oscuras.
Y ahora....quien podrá ayudarme???